top of page

Entre el abanandono estatal y la pandemia

5e73d5b6230000101e3a39ff.jpeg

Para este año el presupuesto para la salud incrementó un 8,12%, estableciéndose en 31,8 billones de pesos. / Foto de pexels.com

Con las medidas de prevención que se han tomado contra el COVID-19, el personal de la salud se pronunció ante el desabastecimiento. Ante la emergencia mundial, se están dejando al desnudo las falencias que tiene el sistema de salud colombiano para atender una crisis como esta. 

Realizado por: Miguel Zambrano González

Actualmente, el ojo del huracán se concentra en los médicos, enfermeros y cirujanos, pues son quienes están directamente expuestos al contagio por coronavirus, pero ¿cómo esperamos que ellos nos protejan si no disponen de lo necesario para mantenerse a sí mismos a salvo? 

Desde el comienzo de la recesión inminente, causada por la emergencia sanitaria, el segundo frente más importante para combatir el COVID-19 es el personal de los centros de salud.  

Para que ellos puedan combatir de una manera adecuada esta situación, deben recibir de sus superiores la dotación correspondiente para tener las protecciones de bioseguridad adecuadas, de manera que eviten contagiarse del virus y puedan continuar ayudando a la ciudadanía. 

En los centros de prestación de servicios de salud públicos, es el Gobierno, directamente, quien debe velar por la garantía de que estos insumos mínimos para la protección de los profesionales estén disponibles, pues a diferencia de las entidades privadas, no cuentan con una administración autónoma que les pueda brindar los elementos necesarios cuando sean requeridos. 

En consecución a la declaración de Estado de Emergencia Nacional, por parte del presidente de la República, Iván Duque, se anunciaron algunas medidas económicas y sociales para afrontar la pandemia causada por el nuevo coronavirus. 

En primer lugar, el mandatario aseguró que se está garantizando la provisión de recursos para el sistema de salud, en esta situación.

Esto permitiría que se optimice la adquisición de equipos médicos; en palabras del Presidente, al garantizar la provisión se busca "que se permita facilitar tener a disposición capacidades de testeo mucho mayores y capacidades de descentralización de los mismos en el territorio, pero también proveer recursos de liquidez a la red hospitalaria para que el sistema pueda tener una capacidad de respuesta”. 

De igual forma, el presidente Duque aseguró que la meta era poner en marcha, “con todos los mecanismos posibles”, el esquema de Punto Final en Salud. 

De manera que bajo este esquema se le pueda inyectar liquidez, saldar deudas, mantener en funcionamiento la red hospitalaria, y garantizar que la tecnología adecuada para esta situación pueda llegar a la red para atender a los pacientes más críticos. 

acuerdo%20de%20punto%20final_edited.jpg
acuerdo%20de%20punto%20final%202_edited.

La puesta en marcha de esta medida fue anunciada en el 18 de marzo del 2020, sin embargo, la Federación Médica Colombiana desarrolló una encuesta donde se reportó el nivel de exposición del personal de salud a COVID-19 en donde se expuso que, para el pasado 5 de abril, el 80% del personal médico encuestado no contaba con la dotación básica para afrontar la pandemia. 

¿Cómo se puede pretender que los colombianos tengan una buena atención en salud, si el pilar más importante de este servicio no tiene las garantías básicas para proteger a la ciudadanía en medio de esta contingencia? 

MEDIDAS DE PROTECCIÓN 

Ante los desmesurados niveles de propagación que ha tenido este virus, el pasado 11 de marzo la OMS declaró que nos enfrentábamos a una pandemia. Este nuevo coronavirus, al ser altamente contagioso, ha obligado a la humanidad a mantener medidas de prevención para evitar contraer el nuevo coronavirus.  

Pese a que la responsabilidad de mantener el número de contagios controlado  recae en la ciudadanía, el personal médico es quien se encargará de atender a quienes den positivo para COVID-19. 

En atención al Manual de Bioseguridad, expedido por Instituto Nacional de Salud (INS) y la Asociación Colombiana de Infectología (ACI), y respaldado por la resolución 539 del 2020, del Ministerio de Salud, se establece que para la atención de pacientes con sospecha de contagio ante una pandemia se deben acatar las siguientes recomendaciones y precauciones del personal de salud: 

1,000 (1).jpg

Además, se especifican cuáles deben ser las precauciones estándar y el equipo de protección personal que debe tener el personal de la salud 

El panorama de este sector, en medio de esta coyuntura de salubridad, resulta poco alentador. Al rededor del país se han presentado situaciones complejas en los diferentes centros hospitalarios: en algunos se reclama por falta de insumos, otros enuncian que la poca infraestructura dificulta la prestación del servicio, cientos aseguran que tienen irregularidades o atrasos en los pagos, entre otros problemas. 

Puntualmente, el pasado lunes 20 de abril, a las afueras de la Clínica El Bosque, ubicada en Cartagena, el personal de enfermería protestó por el incumplimiento de la garantía de la dotación de insumos necesarios para prestar atención adecuada, compromiso hecho por las directivas del centro médico. 

Previamente, en compañía de médicos, fisioterapeutas y el resto de los profesionales de la salud de esa clínica, el personal de enfermería emitió un comunicado donde se exponían peticiones como auxilios de transporte, contratación digna, pago de salarios y dotación de elementos de protección personal. Sin embargo, no se ha llegado a un acuerdo con los directivos del centro hospitalario. 

Informe de diferentes medios nacionales sobre las protestas del personal de enfermería de la Clínica El Bosque.

En Santander, específicamente en el Hospital Integrado de San Juan de Cimitarra, la médica general, Paola Zambrano, denunció haber sido despedida sin justa causa tras haberle solicitado a su superior que le entregase los implementos de protección necesarios para laborar. 

La única razón aparente, según Zambrano, fue haber pedido tapabocas, overoles y demás elementos de bioseguridad de buena calidad. 

Denuncia de Paola Zambrano en redes sociales.

Sin embargo, esta situación no es un problema que se vea únicamente en la periferia del país. En la capital, el médico y cirujano, Juan Daniel Barreto, aseguró que, a pesar de contar con la mayoría de implementos de bioseguridad, sólo dispone de un tapabocas por turno. 

LLAMADO A LA CONSCIENCIA COLECTIVA 

De cara a este panorama, mucho médicos, enfermeros y cirujanos en Colombia y alrededor del mundo salieron a las calles en un llamado a la ciudadanía para el cuidado preventivo y a las instituciones públicas para que les brinden los implementos necesarios para trabajar responsablemente. 

Recopilación de tweets haciendo mención a algunas protestas.

Haciendo frente a esta pandemia, algunos profesionales de la salud han optado por retirarse y no exponer a sus seres queridos, pues no se les está garantizando lo mínimo para laborar. 

Encuesta de reporte de exposición realizada a 916 trabajadores de la salud, entre médicos, enfermeras y otros profesionales de la salud, de 28 departamentos del país a cargo de la Federación Médica Colombiana y el Colegio Médico de Bogotá DC, con el apoyo de diversas organizaciones médicas, gremiales y de la sociedad civil.

En el Hospital Departamental San Rafael, ubicado en Leticia, al menos 30 funcionarios renunciaron por no contar con las garantías necesarias para atender a pacientes sospechosos o contagiados de COVID-19. 

Médicos generales y especialistas de medicina interna, ginecología y cirugía general le enviaron una carta al gerente del hospital mediante la cual denunciaron que no contaban con los implementos de protección personal para atender a los infectados por el virus en el Amazonas. 

Médicos generales y especialistas de medicina interna, ginecología y cirugía general le enviaron una carta al gerente del hospital denunciaron que no contaban con los implementos de protección personal para atender a los infectados por el virus en el Amazonas. 

Adicionalmente, Jaider Saurith, uno de los profesionales del hospital explicó que en el centro hospitalario la situación laboral es bastante precaria, argumentando que la mayoría del personal, por no decir el 100%, está vinculado por prestación de servicios o tercerizados.  

Saurith, ratificó a EL TIEMPO  que en el Hospital San Rafael "no tenemos las instalaciones precisas para atender este tipo de casos y tampoco elementos necesarios como el gasómetro, equipos portátiles de rayos X de tórax y déficit de medicamentos", lo que ha provocado el deceso de pacientes gravemente afectados por el coronavirus. 

En la carta se subraya que "no existen insumos y equipos necesarios para la prestación de servicios. No hay garantías de pago de la prestación de servicios". Los profesionales explican que, tras varias reuniones con la Secretaría de Salud Departamental, la Gobernación y directivos del hospital"no hay quien lidere los procesos". 

Mientras tanto, al otro lado del país, en un caso ya mencionado, 25 fisioterapeutas y 19 médicos generales también presentaban su carta de renuncia.

Informe realizado por canal cartagena sobre la renuncia masiva de fisioterapeutas en la Clínica El Bosque

Sin embargo, hay quienes, ante todo pronóstico, y motivados por su vocación, se mantienen en las trincheras contra el COVID-19. Es el caso de Robbyn, quien considera que no hay mejor momento para evidenciar que está haciendo lo que ama. 

Contenido multimedia y entrevista realizados por Miguel Zambrano González

A pesar de no tener muchas complicaciones, el microbiólogo Robbyn Santander expresó cómo se están administrando los recursos en el centro médico donde labora.

Al graduarse, el personal médico pronuncia el juramento hipocrático, que es un llamamiento a la guía y orientación ética en el desempeño de su profesión. En él se establece que “cuidaré mi propia salud, bienestar y capacidades para prestar atención médica del más alto nivel” ratificando que ante todo pronóstico, el personal de la salud es la prioridad cuando se trata de ayudar a la ciudadanía. 

Para La Vanguardia, Sergio Isaza, presidente de la Federación Colombiana de Médicos, dijo: “las comparaciones son odiosas, pero a las Fuerzas Militares se les da uniformes y armamento necesario para combatir en una guerra. Nosotros estamos batallando la nuestra en medio de muchas dificultades sin las debidas garantías. Más que aplausos, pedimos protección para evitar más muertes entre nosotros.” 

©2020 hecho por Miguel Zambrano, Jimena Cantor y Daniela Cepeda

bottom of page